Es una infección bacteriana de transmisión sexual, producida por la bacteria Neisseria Gonorrheae. Su contagio es de persona a persona por contacto sexual o via perinatal. Principalmente se transmite por mantener relaciones sin protección, aunque también, no tiene que haber penetración ya que solo basta con el contacto entre el pene y la vagina o la práctica de sexo oral.

En el caso de las mujeres, es más frecuente que esta infección no presente síntomas esto por días e incluso hasta meses, ya que se puede confundir con una infección vaginal común o cistitis. Pero en el hombre es completamente sintomático, ya que causa uretritis y exudado uretral purulento.

La gonorrea tiene un único origen, que es el contacto sexual de riesgo. Se el contagio se produce durante el embarazo, existen riesgo de un parto prematuro o infección en la sangre, las articulaciones e incluso en los ojos del neonato.

La boca y las zonas genitales son adecuadas para que la bacteria colonice, ya que son zonas cálidas y húmedas. Esta infección es más frecuente si se mantienen relaciones sexuales sin protección con diferentes parejas o se consume alcohol y drogas en exceso.

Su contagio no puede tomarse a la ligera, esta puede dejar secuelas permanentes como infertilidad, generar dificultad para procrear o  desarrollar embarazos ectópicos (de alto riesgo) o dolor pélvico crónico. Por esto es fundamental no demorar en tener una consulta con el médico especialista, ya sea un ginecólogo o un urólogo.

El rango etareo más propenso a infectarse de gonorrea es entre los 15 y los 24 años de edad, siendo esta una enfermedad muy común, incluso más de lo que se cree.

Tanto las mujeres como hombres pueden infectarse padeciendo síntomas en los genitales, el recto o la garganta como lesiones ulcerativas en boca, faringitis gonocócica (amígdalas y laringe), la secreción salival puede aumentar o disminuir, en los labios se producen múltiples lesiones ulcerativas, muy dolorosas generando dificultad para deglutir.

Las mujeres que se encuentran en estado de embarazo deben incluir en sus chequeos periódicos los exámenes físicos y las correspondientes pruebas para detectar esta enfermedad o incluso alguna otra enfermedad de transmisión sexual y proseguir para abordar los tratamientos adecuados y necesarios para prevenir una transmisión al neonato.

La bacteria Neisseria Gonorrheae tiene un periodo de incubación de 2 a 14 días. Durante este periodo de tiempo es posible que los hombres presenten molestias en la uretra, aunque los principales síntomas para identificar la infección en los hombres son:

  • Sensación de ardo al miccionar.
  • Secreción purulenta de color blanco, amarillo o verde en el pene.
  • Inflamación o dolor en los testículos (no es tan común).

En las mujeres la bacteria Neisseria Gonorrheae tiene un periodo de incubación de 7 a 21 días. Aunque lo más común es que la mujer sea asintomática, esta podría llegar a presentar síntomas. En caso de existir, estos son:

  • Aumento de la secreción vaginal.
  • Dolor o sensación de ardor al orinar (se suele confundir con la cistitis).
  • Sangrado vaginal entre cada menstruación.

Se puede llegar a compartir ciertos síntomas entre hombres y mujeres si se ve comprometido el recto en la infección:

  • Picazón anal.
  • Sangrado.
  • Dolor al defecar.
  • Secreciones.

Para prevenir el contagio de esta enfermedad de transmisión sexual que se genera por la práctica de relaciones sexuales sin protección y sin las correspondientes medidas de higiene en las relaciones sexuales, se puede llegar a pensar que el único método de protección es el uso de preservativos o la abstinencia, la verdad que no tiene por ser así. Como métodos preventivos ante la gonorrea e incluso otras enfermedades de transmisión sexual, los facultativos recomiendan el uso de preservativos, realizarse exámenes de ETS periódicamente, mantener una buena higiene íntima y si se confirma un diagnostico se recomienda abstinencia de relaciones sexuales hasta culminar con el tratamiento.

El mejor tratamiento para atacar la gonorrea, son los antibióticos como las cefalosporinas o Ceftriaxona via intramuscular en dosis única. Si se encuentra la persona infectada en estado de embarazo o se sospecha del mismo lo recomendable para cualquiera de los casos es ir a un médico especialista que recete la correcta dosis para el tratamiento ya que los antibióticos suelen ser muy agresivos y puede ser peligroso en todos los casos, sea una mujer embarazada o no.

Es una infección bacteriana de transmisión sexual, producida por la bacteria Neisseria Gonorrheae. Su contagio es de persona a persona por contacto sexual o via perinatal. Principalmente se transmite por mantener relaciones sin protección, aunque también, no tiene que haber penetración ya que solo basta con el contacto entre el pene y la vagina o la práctica de sexo oral.

En el caso de las mujeres, es más frecuente que esta infección no presente síntomas esto por días e incluso hasta meses, ya que se puede confundir con una infección vaginal común o cistitis. Pero en el hombre es completamente sintomático, ya que causa uretritis y exudado uretral purulento.

La gonorrea tiene un único origen, que es el contacto sexual de riesgo. Si el contagio se produce durante el embarazo, existe riesgo de un parto prematuro o infección en la sangre, las articulaciones e incluso en los ojos del neonato.

La boca y las zonas genitales son adecuadas para que la bacteria colonice, ya que son zonas cálidas y húmedas. Esta infección es más frecuente si se mantienen relaciones sexuales sin protección con diferentes parejas o se consume alcohol y drogas en exceso.

Su contagio no puede tomarse a la ligera, esto puede dejar secuelas permanentes como infertilidad, generar dificultad para procrear o  desarrollar embarazos ectópicos (de alto riesgo) o dolor pélvico crónico. Por esto es fundamental no demorar en tener una consulta con el médico especialista, ya sea un ginecólogo o un urólogo.

El rango etareo más propenso a infectarse de gonorrea es entre los 15 y los 24 años de edad, siendo esta una enfermedad muy común, incluso más de lo que se cree.

Tanto las mujeres como hombres pueden infectarse padeciendo síntomas en los genitales, el recto o la garganta como lesiones ulcerativas en boca, faringitis gonocócica (amígdalas y laringe), la secreción salival puede aumentar o disminuir, en los labios se producen múltiples lesiones ulcerativas, muy dolorosas generando dificultad para deglutir.

Las mujeres que se encuentran en estado de embarazo deben incluir en sus chequeos periódicos los exámenes físicos y las correspondientes pruebas para detectar esta enfermedad o incluso alguna otra enfermedad de transmisión sexual y proseguir para abordar los tratamientos adecuados y necesarios para prevenir una transmisión al neonato.

La bacteria Neisseria Gonorrheae tiene un periodo de incubación de 2 a 14 días. Durante este periodo de tiempo es posible que los hombres presenten molestias en la uretra, aunque los principales síntomas para identificar la infección en los hombres son:

  • Sensación de ardor al miccionar.
  • Secreción purulenta de color blanco, amarillo o verde en el pene.
  • Inflamación o dolor en los testículos (no es tan común).

En las mujeres la bacteria Neisseria Gonorrheae tiene un periodo de incubación de 7 a 21 días. Aunque lo más común es que la mujer sea asintomática, esta podría llegar a presentar síntomas. En caso de existir, estos son:

  • Aumento de la secreción vaginal.
  • Dolor o sensación de ardor al orinar (se suele confundir con la cistitis).
  • Sangrado vaginal entre cada menstruación.

Se puede llegar a compartir ciertos síntomas entre hombres y mujeres si se ve comprometido el recto en la infección:

  • Picazón anal.
  • Sangrado.
  • Dolor al defecar.
  • Secreciones.

Para prevenir el contagio de esta enfermedad de transmisión sexual que se genera por la práctica de relaciones sexuales sin protección y sin las correspondientes medidas de higiene en las relaciones sexuales, se puede llegar a pensar que el único método de protección es el uso de preservativos o la abstinencia, la verdad que no tiene por ser así. Como métodos preventivos ante la gonorrea e incluso otras enfermedades de transmisión sexual, los facultativos recomiendan el uso de preservativos, realizarse exámenes de ETS periódicamente, mantener una buena higiene íntima y si se confirma un diagnostico se recomienda abstinencia de relaciones sexuales hasta culminar con el tratamiento.

El mejor tratamiento para atacar la gonorrea, son los antibióticos como las cefalosporinas o Ceftriaxona vía intramuscular en dosis única. Si se encuentra la persona infectada en estado de embarazo o se sospecha del mismo lo recomendable para cualquiera de los casos es ir a un médico especialista que recete la correcta dosis para el tratamiento ya que los antibióticos suelen ser muy agresivos y puede ser peligroso en todos los casos, sea una mujer embarazada o no.