Es una enfermedad bacteriana de transmisión sexual, producida por una bacteria: Treponema Pallidum. Los gérmenes también se pueden trasmitir por el beso, pero no por compartir la vajilla o las toallas. Fuera del organismo los gérmenes mueren rápidamente.

Se caracteriza clínicamente por una lesión primaria, una erupción secundaria que afecta la piel y las mucosas, largos periodos de latencia y lesiones tardías en:

  • Piel
  • Huesos
  • Vísceras
  • SNC
  • S. Cardiovascular.

El riesgo de adquirir la enfermedad aumenta por mantener relaciones sexuales sin protección y con cambio de pareja frecuente, ya que el microorganismo penetra a través de piel o mucosa, casi inmediatamente se multiplica e invade regionalmente.

Las personas con sífilis o gonorrea deben informar a todas las personas a las que puedan haber contagiado con el fin de que estas se sometan rápidamente a una exploración médica y en caso necesario inicien el tratamiento correspondiente.

La sífilis tiene una sintomatología de dos a cuatro semanas después del contagio, en la zona de infección se forma una ulcera indolora, dura, de color rojo amarronado sobre la piel o la mucosa. Si la misma no se trata, cura en aproximadamente seis semanas. Tras cuatro semanas aparece una tumefacción de los ganglios linfáticos correspondientes a la región de la puerta de entrada; se produce decaimiento, dolor articular, ligero aumento de la temperatura y cefalea (estadio I).

En el estadio II, de nueve a diez semanas después de la infección, aparece una erupción macular roja amarronada en la piel y las mucosas. En ocasiones se produce pequeños nódulos, caída del cabello, hepatitis y en ocasiones trastornos del sistema nervioso central. En casos poco frecuentes se produce una curación espontanea incluso sin tratamiento.

Más adelante, después de tres a cinco años, empieza el estadio III, que puede afectar a cualquier órgano. En la piel, en el hígado, los testículos o en el cerebro pueden formarse nódulos gomosos. Cuando se afectan los vasos sanguíneos, especialmente cuando existe afectación de los vasos cerebrales, aparecen complicaciones especialmente peligrosas.

Estadio IV, de cinco a treinta años más tarde puede producirse una parálisis progresiva, que empieza con trastornos de la memoria, se sigue de alteraciones de la personalidad, acompañada de trastornos de articulación del lenguaje y que finalmente lleva a una demencia paralitica. Sin tratamiento, este estadio de la enfermedad acaba en la muerte del enfermo.

La sífilis en mujeres embarazadas

La infección del niño se produce básicamente a partir del cuarto mes de gestación, por transmisión de la infección de la madre a través de la placenta. Los efectos de la sífilis sobre la evolución del embarazo dependen del momento de la infección del niño, o bien de que se realice un tratamiento adecuado a tiempo.

Es posible que se produzca un aborto, un parto prematuro, un parto de un niño sin vida o el nacimiento de un niño vivo pero enfermo de sífilis, que puede morir más adelante. A toda embarazada se le somete a un análisis para la detección de la sífilis. Cuando se confirma la existencia de una infección sifilítica, hay que iniciar de inmediato un tratamiento antibiótico intenso recetado por el facultativo, que en el 90% de los casos se consigue la curación.

Si el tratamiento se hace a tiempo, antes del cuarto mes de embarazo, es decir, en un momento en que el feto todavía no ha sido infectado, puede evitarse la transmisión del germen. Es importante que la pareja también se someta al tratamiento.

El tratamiento debe dejarse en manos del médico. Por regla general, cuando el tratamiento es precoz, se consigue la curación del proceso. El tratamiento es prolongado y mientras dure, el enfermo debe evitar cualquier tipo de relación sexual. No existe vacuna.

Los fármacos de elección son los antibióticos para el tratamiento de cualquier persona infectada por sífilis. Los antibióticos son capaces de producir la remisión de la enfermedad incluso en el estadio II. Tras finalizar la terapia se pueden volver a mantener relaciones sexuales sin riesgo de contagio.

Incluso después de la curación se han de seguir realizando controles sanguíneos regulares. Después de dos años se considera la curación como segura. La sífilis es una enfermedad de declaración obligatoria.

Para un correcto diagnostico por medio de exámenes de laboratorio, se deben realizar pruebas treponemicas (FTA-ABS, ELISA, WESTERN BLOT, MHA-TP) y pruebas no treponemicas (VDRL, RPR, USR, TRUST).